En América Latina, especialmente en México y Brasil, la farmacovigilancia ha cobrado relevancia en las últimas décadas debido al creciente acceso a medicamentos y la necesidad de garantizar su seguridad y eficacia.
La farmacovigilancia veterinaria es un componente esencial en el ámbito de la medicina veterinaria, encargado de la detección, evaluación, comprensión y prevención de los efectos adversos de los medicamentos en los animales.
Una Persona Calificada para la Farmacovigilancia (QPPV) es un requisito reglamentario en la Unión Europea (UE) para las empresas farmacéuticas involucradas en la comercialización y distribución de productos medicinales.
Una auditoría del departamento de farmacovigilancia (PV) es un ejercicio crítico para garantizar que el departamento opere en cumplimiento con los requisitos regulatorios y siga las mejores prácticas para monitorear y gestionar la seguridad de los medicamentos.
El proceso de llevar un medicamento desde el laboratorio hasta el mercado es complejo y altamente regulado. La preparación de los paquetes regulatorios, la interacción con las agencias reguladoras y el cumplimiento post-lanzamiento son etapas críticas que aseguran la seguridad y eficacia del producto.
Llevar un medicamento desde su concepción en el laboratorio hasta su lanzamiento en el mercado es un proceso complejo y riguroso que requiere una estrategia meticulosa.
En el dinámico mundo de la industria farmacéutica, la colaboración efectiva con diversas partes interesadas clave es fundamental para garantizar el éxito en el desarrollo y la comercialización de medicamentos.
Según la norma ISO:9001 (2015) se implementa cuando una organización “necesita demostrar su habilidad para proveer consistentemente productos y servicios que cumplan con los requisitos legales y reglamentarios aplicables y del cliente, y aspira a aumentar la satisfacción de los clientes”.
Es de suma importancia considerar y reforzar el conocimiento de los médicos y pacientes en el área de la farmacovigilancia de los medicamentos, teniendo como base su uso racional debido a que como la OMS establece, “los pacientes deben recibir el medicamento adecuado a sus necesidades clinicopato